domingo, 20 de julio de 2008

Viaje a una dimensión desconocida





Amanecí a cientos de kilómetros...

Un sueño hecho realidad. Viajé a otro lugar. Mi vista se pierde en la ventana, contemplando los carros pasar. Hace dos días me dirigía hacia su mismo rumbo. Más allá de un punto en el mapa, más allá de una ciudad, mi camino terminaba, o más bien empezaba, lejos de Caracas. Desconozco si el destino tenía esto preparado para mí. Solo sé que oportunidades como éstas no se presentan a menudo. Creo darme cuenta ahora, que a veces algo repentino, puede convertirse en un sueño hecho realidad.

Siento que regreso purificada, despojada de tensiones, liberada del yugo de las preocupaciones. Sin obligaciones que persiguen, y que para colmo no pueden ser demandadas por acoso. Fue como haber entrado a otro lugar, espacio que aún no había visitado, pero que fue muy grato conocer.

Quien regresa es la misma muchacha, aquella que siempre fui. Seguramente, esa que de a momentos dejé de ser. Entiendo que en su mayoría, los sueños son metas alcanzables. Me siento afortunada al ver que mi deseo ha sido cumplido.

El aire es distinto ahora. Claro que eso no se ve, pero sí se siente. Mi retiro fue justo igual: disimulado, algo aparentemente cotidiano pero relajante, como un calmante que hace que disfrutemos de la vida en pausa.

Otro de los logros fue el haber visto a mi musa. Desafortunadamente, no pude traerla conmigo, pero iluminó mi pensamiento para escribir esta humilde anécdota. Escuchaba en vivo una de esas canciones concebidas para hacer de ese momento, un instante memorable. "Si me la puedes regresar, tanto amor la hará cambiar y volverá...quizás". No tengo la certeza de que decidirá volver a mí, pero todo pasa por un motivo, y no dudo de que estaré garabateando hojas de papel pronto.

Mi retorno es seguro, tan efectivo como mi terapia de reencuentro. Sólo me resta por recomendar a todos en la orden médica, que cojan su mochila y se vayan. Nadie sabe qué nos depara recorriendo los caminos de vida. Comencemos un nuevo viaje, ese que "lleno de sueños se empieza en la cama".