lunes, 22 de septiembre de 2008

“Mi reflejo”


Lo más dulce de las sorpresas, es que nunca nos esperamos que cosas así ocurran de repente. Hoy, me atreveré a violar los derechos del copyright y publicaré un escrito que no me pertenece. Pero, que al leerlo, lo hice mío. Mantendré la identidad del autor en secreto. Al fin y al cabo, aún no me creo que lo haya escrito él xD jajajaja. Pues aquí, en unos párrafos no se expresa sólo su reflejo. Muchas veces, esta imagen es la de todos, nuestros reflejos, y también mi reflejo...

Híbrido de poesía, urbanismo, humor e ironía, cargado de emociones, autodidacta por excelencia, dueño de sueños cumplidos y otros aún por soñar...activista de la verdad por mas sórdida que esta pueda ser, padre de un montón de obras, esas que salen de mi pero que "otras" propician...

Con un ángel como madre, y otros más que me acompañan, unos cerca de mi mano, y otros miran desde arriba...con teorías nacientes, y albergadas en mi adentro, anarquista de rutinas y de actitudes comunes, peregrino de la noche, narrador de mis vivencias...mi vehículo: la tinta, mi camino: los papeles, llegan a mi estando blancos y yo los mancho de penas y placeres.

Un lugar, un color, un sabor, un sentimiento, me limitarían... mi génesis trascendió lo tangible, nací sin suerte, porque tengo el éxito, las bendiciones y las buenas vibras siempre conmigo. No creo en casualidades, todo es propiciado por algo...Admirado por muchos, querido por pocos, amado por menos, pero los necesarios, y a los cuales retribuyo...y con enemigos de gratis, tantos que podría regalarlos con lazo, tarjeta y dedicatoria.

La noche me adoptó, y mi hermano gemelo, que no es más que mi alter ego, me disipa sin vergüenza lo que nadie a de ver. Con limitaciones físicas como todos, pero mi mente va, a donde yo no llego...cansado a veces de la realidad me retiro a algún rincón lleno de utopías...nunca he sido ningún santo, pero muchas veces he lanzado la primera piedra, y nunca sin esconder mi mano...

Fiel creyente de la evolución, y por eso mi disidencia con muchos débiles de mente, que se aferran a lo tangible y a lo que entienden, desechando vagamente vestigios de nuevos aprendizajes y horizontes...esos, donde me siento cada tarde a mirar comulgar al sol con la luna, y las cosas se vuelven mas fáciles para mi.

Cada día en medio del caos busco las canciones de cuna para mi niño interno, procurando diluir aquello que por denso que sea, me hace crecer y me alimenta el alma...Así me veo en el reflejo de cualquier objeto, pensamiento o persona capaz de mostrar mi imagen de manera retribuyente, mi reflejo.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Taciturna, melancólica, perdida...


Si tuviera los minutos contados, ¿sería acaso todo distinto? A veces, mientras se me pierde la vista en el techo de mi habitación, pienso que sería el único remedio para volver a ser yo. Ya las calles se confunden entre sí. No las distingo al caminar. Sólo son asfalto, frío y gris. Quizás las vea así, porque así de distante estoy yo.

Mi sueño no ha cambiado. Al menos, esas son buenas noticias. Pero duele el despertar. Desespera el hecho de despojarme de las sábanas, sintiéndo que la apatía no quiere despegarse de mi piel. Pasan las horas como si fuera una turista más, en cualquier estación de tren. Siendo más específica, como si hubiese amanecido otro día cualquiera. Como si estuviese sólo de paso.

Permanezco inmutable. Nada me impresiona, nada me entristece. Es un estado de letargo. Velocidad: neutra. Sólo aparecen las quejas. Despotricando siempre contra la rutina. Cansada de lo habitual. No me había percatado de lo limitada de nuestra inteligencia. Me abrumo de ocupaciones, para no dar chance a que afloren las críticas. A la final, es un "efecto rebote". Cuanto menos tiempo tengo mientras pasan las horas, más abrumada me siento de saber que acabará el día y el siguiente será igual.

No sirve de nada el esfuerzo. Aunque a veces pienso que todo es culpa mía. Que debería ser impulsiva y escapar. Vivir historias nuevas. Renacer como el fénix, de las cenizas. Albergaba la esperanza de que alguien pudiera salvarme, pero, ¿quién podría traerme de vuelta? Al fin y al cabo, todos actúan maravillosamente en este teatro. Disimulan que todo está bien, por el miedo a que su ciudad entera, se venga abajo en ruinas.

Lo acepto, aún espero sin éxito a ser raptada. A despertar en un lugar desconocido y remoto. Sólo de esa manera, podré sentir que he vuelto a ser yo misma. El tiempo es mi enemigo, gota a gota, los segundos se me agotan. Todavía espero que algún día, este sueño me regrese de nuevo a la vida.