jueves, 22 de enero de 2009

Enero



Enero va quedando atrás y a medida que pasan los días, va haciendo estragos. Si existe el "Diario de una Pasión", ¿por qué ocultar mi diario? Les aseguro no es tan sutil ni romántico, pero habrá otro mes con anécdotas mejores, ¿no? Al menos, todavía guardo esa esperanza.

Los días no tienen misericordia. Los minutos me van dejando cruelmente atrás. No hay espacio para determe en la ventana y quedarme allí contemplando. No hay tiempo para observar ni para detenerse un rato a ver qué camino hemos tomado o iremos a tomar.


Miércoles 7

A veces, sólo a veces…Siento que no me alcanzará el tiempo. Que veré mi silueta alejarse y no podré detenerla. A veces, sólo a veces…Creo que me ganará el miedo. Entre las preocupaciones y las intrigas, entre las quejas y los lamentos sin sentido. A veces, muchas veces…No estoy aquí.


Domingo 11

Sólo recuerdo los puntos negros, recostar la cabeza en el mueble y cerrar los párpados. Recuerdo el ruido de mis pulmones intentando vencer al grito ahogado, intentando liberarse. Recuerdo saborear las lágrimas, que una a una no dejaban de caer. Todavía recuerdo mi desesperación, mi angustia.


Lunes 12

Cansancio. Desmotivación. Tanto por hacer. Los párpados se cierran. Puede más el cansancio pero aún me niego a apagar la luz de la luna y darle entrada a una nueva mañana.


Martes 13

Cuando el sudor deja la piel brillante se siente una delgada capa de grasa que cubre el rostro. Colas interminables. Miradas de esas que preferirías evadir. Asqueada. A punto de chocar contra las baldosas del suelo. Capaz ni me moleste en levantarme y quede rendida allí, en el descanso donde no existen tensiones, responsabilidades u ocupaciones.


Miércoles 21

La monotomía me encierra. Las horas pasan entre los lugares. Sitios que frecuento que terminan por cohesionarse en un solo cuarto oscuro. De la oscuridad no puedo escapar. No veo nada, pero pienso en todo. Recuerdo el ayer y me pregunto cómo las personas no recuerdan las heridas que hicieron, cómo olvidan los daños causados. Luego, me centro en el presente. Quisiera que mis pensamientos no volaran tanto. Desearía ser menos preocupada. Capaz es leve mi locura, sólo el loquero lo dirá. Mientras tanto, sólo intento fugarme para encender una luz que se lleve esta negrura. Mientras tanto, sigo igual.