martes, 5 de mayo de 2009

Al inconforme ser humano


El frío decidió contarme los secretos de aquellos a quienes hace temblar. Así supe que la calidez humana no se borra tan fácilmente.

Con la piel de gallina, me sorprendió saber que todos padecemos y disfrutamos de las jugadas de la vida. La incertidumbre es lo que llena todos los espacios públicos.

Sabemos del amor, a pesar de no habernos estremecido con la presencia de alguien. Simples conocedores y desconocedores de una realidad que nos envuelve.

Esperanzas que acompañan el recorrido mañanero. Porque poco se necesita para saber de baile, pero mucho para hacer de los pasos una coreografía de emociones.

Quejas que terminan convirtíendose en chistes sarcásticos. Todo lo que tenemos, y aún así, queremos lo que no nos hace falta. ¿Irónico? Sí, pero también muy cierto.

No hay de qué preocuparse, llenaremos nuestros rincones de momentos gratos. Veremos qué nueva estampilla colocaré hoy en el muro de mis experiencias.

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